Dinamarca sigue sorprendiendo cuando se trata de cuestiones medioambientales. Pero esta vez en el ámbito artístico. El artista danés Thomas Dambo se inspira en leyendas y paisajes escandinavos para crear obras hechas con basura. Se define a sí mismo como un “activista del arte reciclado” y los sujetos favoritos de sus obras son los troles.
“Quiero que la gente entienda que la basura tiene valor” dice. “Y los troles lo hacen y también me ayudan a contar historias, como las leyendas con las que crecí”.
Los trolls pertenecen en efecto a la mitología de los países nórdicos. Según las creencias folclóricas, viven en zonas no frecuentadas por los hombres, en los lugares más recónditos de las montañas y de los bosques para protegerse de la luz solar. De hecho, las leyendas antiguas cuentan que algunas montañas que recuerdan la forma de estas criaturas no son más que troles petrificados porque no lograron regresar a casa antes de que saliera el sol. La mayoría de las veces se representan como seres malvados y de aspecto horrible.
Los de Dambo, sin embargo, están lejos de ser horrendos. Son enormes y parecen gigantes buenos. Están todos realizados con madera reciclada y otros materiales que el artista y su equipo recuperan de los basureros. Una vez finalizada la obra, los troles se esconden en los espacios verdes, en perfecta comunión con la naturaleza. Desde 2014, Thomas Dambo ha creado decenas de grandes criaturas de madera instaladas en todo el mundo.
Para la realización de sus obras, confiesa que piensa particularmente en los más pequeños. “Mis troles están hechos sobre todo para interactuar con los niños. Tienen manos y bocas grandes para que ellos entren y se sienten”. Esto, por cierto, también los hace más amistosos que los descritos en las leyendas. Su propósito es fortalecer la relación con la naturaleza y sensibilizar a las personas sobre los temas ambientales.
De hecho, el escultor dice: “Quiero convertir la basura en algo que abra ojos y mentes. No deberíamos desechar el mundo, porque de lo contrario no tendríamos ninguna conexión con las montañas ni los bosques”. Destruyendo también el hábitat de los troles.
Su último proyecto “The Great Troll Folk Fest” consiste en la instalación de 10 gigantes, de entre 4,5 y 6,5 metros de altura. Estos estarán escondidos en los lugares poco conocidos de Dinamarca, como los parques fuera de los caminos trillados e algunas islas frente a la costa de Copenhague. Luego, el artista utilizará las redes sociales para esvelar pistas sobre su ubicación. “Es una especie de caza del tesoro, un regalo para las familias de Dinamarca, que quizá estén tristes por no poder irse de vacaciones” explica. Y añade: “Los troles nos recuerdan que hay lugares bonitos no muy lejos de casa”. En su sitio hay también un mapa para encontrar sus creaciones.