La matrioshka es el símbulo de Rusia que viene de Japón

La matrioshka, o muñeca rusa, es una muñeca de madera que pertenece a la tradición rusa. Es uno de los souvenirs más vendidos para los turistas que visitan las ciudades del estado más grande del mundo. Más que de una sola muñeca, se trata de varias muñecas de diferentes tamaños, apilables una dentro de la otra, desde la más pequeña hasta la más grande. Cada pieza consta de dos partes que se pueden abrir y cerrar para revelar su contenido. La muñeca más grande se llama madre, mientras que la más pequeña es la semilla.

El término matryoshka proviene del ruso matrëška, una expresión de cariño para matrëna que, a su vez, deriva del latín mater. Significa “matrona” en el sentido de una mujer jefe de familia dentro de una sociedad matriarcal. De hecho, es un objeto totalmente inspirado en el universo femenino. Cada muñeca es una madre con varios hijos. La matrioshka sería, por tanto, un símbolo ligado a la figura materna, que representaría la fertilidad, la familia y la generosidad. 

También simbolizaría nuestras vidas, pues en cada una de ellas se conservan recuerdos, historias, vivencias. Por lo tanto, es también una representación de la relación entre macrocosmo y microcosmo. Según la tradición, las muñecas contendrían por orden de tamaño: una madre, una chica, un chico, una niña, un niño y un recién nacido.

Tradicionalmente, la matrioshka representa a una campesina rusa vestida con ropas tradicionales y colores brillantes. La matrioska clásica sigue siendo así, pero ahora hay muchas versiones que representan personajes de cuentos y novelas rusas, e incluso figuras políticas como Stalin, Lenin y Putin.

El tema más controvertido concierne su origen, ya que muchos lo relacionan con Japón. Es al empresario y mecenas ruso Savva Mamontov que se debe la creación de la primera matrioska, que se remonta a la segunda mitad del siglo XIX. Él era un coleccionista de arte que quería restaurar la artesanía tradicional de los campesinos rusos. Solía importar objetos de varias partes del mundo y esta vez su atención se centró en un objeto de madera procedente de la isla japonesa de Honshu. Era una figura que representaba a un sabio del budismo con otras cuatro figuras en su interior.

El objeto en cuestión se llama kokeshi, que eran muñecas japonesas tradicionales hechas de madera. Estas se caracterizan por tener un torso cilíndrico simple, sin brazos ni piernas. Las matrioshkas se inspiran en ellas. La idea de importar la muñeca japonesa y hacer una versión rusa parece provenir del hecho de que los japoneses afirmaron que la primera kokeshi fue realizada por un monje ruso. Sin embargo, tanto las matrioshkas como las kokeshi podrían derivar de las cajas chinas. 

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