¿Existen realmente alimentos con superpoderes?

Son beneficiosos para nuestra salud, nos hacen vivir más y mejoran nuestras capacidades mentales. ¿De qué estamos hablando?  De los Superalimentos, por supuesto. Se trata de alimentos que, por la alta concentración de tal o cual elemento, se consideran los aliados ideales para contrarrestar problemas de diversa índole y vivir una vida sana y feliz. 

Si bien algunos realmente aportan algunos beneficios, otros parecen ser solo productos de moda, con propiedades nutricionales no destacables y cualidades atribuidas que no están respaldadas por ningún estudio científico. Su éxito se debe, en la práctica, sobre todo a campañas de marketing engañosas, que han sido blanco de la Unión Europea, que ha prohibido el uso de la palabra “superalimento” en los envases. 

Entre los productos más populares en los últimos años se encuentran, en primer lugar, las bayas y las semillas. Las bayas de Goji, por ejemplo, han tenido un gran éxito porque se dice que son ricas en antioxidantes, reducen los radicales libres y promueven la reducción del colesterol. Han pertenecido durante mucho tiempo a la tradición china que les atribuye el poder de fortalecer el sistema inmunológico y aumentar la libido. Es cierto que las bayas contienen altos niveles de zeaxantina, un carotenoide que puede tener efectos positivos en la degeneración del tejido ocular. Sin embargo, es igualmente cierto que un alimento mucho menos de moda, como la espinaca, contiene niveles aún más altos. 

Las semillas de chía, por otro lado, son apreciadas por su alta concentración de omega-3. 100 gramos de semillas contendrían ocho veces más el omega-3 que se encuentra en 100 gramos de salmón. Pero, lo que a menudo se omite es que los omega-3 contenidos en las semillas son diferentes de los presentes en el pescado, por lo que se asimilan de manera diferente y menos eficiente. Esto no significa que quienes sigan una dieta vegetariana no puedan utilizar esta semilla como fuente de omega-3.

Otro alimento que encontramos cada vez con más frecuencia en las dietas es el aguacate. Es un fruto originario de los países con climas tropicales. Se dice que reduce el colesterol, disminuye el riesgo de ataque cardíaco y favorece la pérdida de peso. Los estudios científicos confirman los beneficios derivados de la presencia de grasas monoinsaturadas, que sin embargo encontramos en abundancia en otros alimentos más «familiares» como los frutos secos y el aceite de oliva. También es una fruta muy alta en calorías, lo que contrasta con la idea de que hace adelgazar.

Otro mito que hay que disipar se refiere al agua de coco, considerada por muchos deportivos fanáticos de la salud como un excelente sustituto de las bebidas isotónicas. Se cree que su alta concentración de potasio promueve la absorción de agua. Sin embargo, varios estudios han demostrado que el coco no tiene cualidades especiales y que el agua sola  sigue siendo el mejor aliado para nuestra hidratación.

En resumen, bueno, sí, pero «super» parece que no.

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