Helena Newman, responsable de Europa en Sotheby’s, anunció la presencia del cuadro en la próxima subasta del 2 de marzo en Londres: “El imperio de las luces reúne dos elementos fundamentales de la vida cotidiana, el día y la noche, en un lienzo paradójico”. Magritte creó el cuadro en 1961 y lo dedicó a Anne Marie Gillion Crowet, hija del mecenas Pierre Crowet, amigo histórico del pintor. Desde luego, nunca esperó que su “empire des lumières” llegara no solo a ser considerado una de las obras más representativas del surrealismo, sino también a alcanzar una estimación de 52 millones de euros por parte de Sotheby’s.
El famoso lienzo, hasta ahora, había formado parte de la colección de la familia Crowet, cedida al Museo Magritte de Bruselas desde 2009 hasta 2020. Las dimensiones de la obra de arte también son importantes, 114 cm por 146 cm, y pertenece a una serie de 17 cuadros, todos representando un paisaje nocturno con una casa, por un lado oscurecida por un árbol y por el otro iluminada por una farola, en un juego de luces y sombras, bajo un cielo soleado. La posible fuente de inspiración del artista puede haber sido “L’Aigrette” de André Breton: “Si tan solo saliera el sol esta noche”.
De hecho, a primera vista podría parecer un simple cuadro de una casa inmersa en el silencio y en el manto de los árboles, con un espejo de agua que refleja y potencia la cálida luz que proviene de la farola y de las ventanas abiertas. Sin embargo, si se mira más de cerca, queda claro que, con un contraste entre la luz y la oscuridad y entre el día y la noche, Magritte viola una regla básica de la realidad: la luz del sol, en lugar de ser una fuente de claridad, genera la típica perturbación de la oscuridad. El brillo del cielo se vuelve abrumador y hace que la oscuridad vacía de abajo sea aún más impenetrable. Este bizarro tema es tratado con un estilo preciso e impersonal, propio de la pintura surrealista verista, preferida por Magritte desde mediados de los años veinte.
La idea del lienzo le llegó a Magritte en 1948, año en el que comenzó a trabajar en él, enriqueciendo esta imagen de vez en cuando en pinturas posteriores, siguiendo la estela de Van Gogh y Monet, que pintaron diferentes versiones del mismo tema según las luces y los colores que cambiaban durante el día y la noche, así como en las diferentes estaciones. La serie de pinturas de Magritte inmediatamente atrajo tanto al público como a la crítica, y el banquero Nelson Rockefeller compró la primera versión de la serie. También se conservan otros ejemplares en la Colección Peggy Guggenheim de Venecia, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, la Colección Menil de Houston y los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica en Bruselas.
Actualmente, el valor de subasta más alto para una obra de Magritte es de 26,8 millones de dólares, por la obra “Le Principe du Plaisir” (1937), que retrata a Edward James, uno de los mayores mecenas del arte surrealista y que Salvador Dalí regaló a Magritte. en 1937. Pero el 2 de marzo será superado por el cuadro “El imperio de las luces”, un cuadro cinematográfico que con su fuerza e inmediatez confirma a Magritte como uno de los artistas más cotizados del mercado.